Las profundas transformaciones que ocurren dentro y fuera de nuestras escuelas inciden de manera directa en la diversidad de roles y funciones que los actores educativos en su papel ya sea de directivos, profesores, alumnos o personal administrativo deben ahora cumplir para el logro de las metas esperadas en el sector educativo.
En tal diversidad de roles y funciones se implican las transformaciones en el trabajo. En el caso del personal con función directiva, De Gunther, Leyva y Arriaga (2010) muestran procesos de cambio para el ejercicio de esta función: Aluden a un tipo de gerenciamiento que obliga a visualizar una nueva relación con el ejercicio público de la función directiva, el cual está asociado con la emergencia de un nuevo sujeto - denominado director-contemporáneo, cuyos atributos muestran un sistema de pensamiento capaz de afrontar de manera eficiente, eficaz y transparente los retos de la función directiva. Se refieren a un sistema de pensamiento que permita no sólo poseer el conocimiento normativo; sino además, anticipar las implicaciones que tiene su ejercicio con la totalidad de la comunidad y el entorno donde está inscrita, al reconocimiento de como un cierto nivel de realidad tiene varios niveles de organización en el interjuego de un sistema de funcionamiento dual: abierto-cerrado, con una administración rígida-cogestiva, en un entorno activo-turbulento, generador de estabilidad-transformación, de convivencia con lo clientelar-y-la negociación, con la tradición y la transformación”, aspectos que se encadenan en la apremiante necesidad de reconocerse y reconocer la diferencia para el mejoramiento educativo.
Este proceso de transformación del personal con función directiva será posible en la medida en que se logre un desmantelamiento de los dilemas éticos asociados a la actuación del personal con función directiva, a la desmitificación asociada a los atributos de edad, sexo, experiencia y comprensión del liderazgo en las escuelas por parte de quienes la ejercen, a la comprensión de la directa relación entre conocimiento y práctica de la función directiva como vida o actuación cotidiana. Estos aspectos ofrecen pautas para el reconocimiento de la actuación del personal que cumple esta función y ofrece una nueva metodología para dirigir el proceso de transformación de la función directiva haciala operación de procesos transparentes, colaborativos, transversales y organizacionalmente horizontales dentro del desarrollo de las prácticas escolares en general y en contextos específicos.
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